El sistema inmune tiene la función esencial de defendernos frente a agresiones externas, fundamentalmente de carácter infeccioso (virus, bacterias, hongos y parásitos), que constantemente amenazan nuestra salud.

No obstante, en ausencia de un sistema inmunitario activo hasta las infecciones menores pueden prosperar y resultar de gravedad.

Por ello, un estado de defensas bajas puede conducir al desarrollo de diferentes tipos de infecciones entre las cuales, las de las vías respiratorias constituyen una de las causas más frecuentes de morbilidad en toda la población.

Es una alteración de la piel producida por la radiaciones ionizantes de la radioterapia, siendo una de las complicaciones que puede ocasionar esta. Puede tratarse de una leve molestia e incluso puede que provoque el interrumpir el tratamiento, precisando cuidados por parte del personal de Enfermería. La forma de prevenirla es manteniendo unas medidas especiales en la  zona a tratar: mantener la zona seca, no emplear productos cosméticos ni colonias, emplear ropa de algodón no ajustada, etc.

Fuente : Mdanderson.es

Durante el tratamiento con radioterapia pueden presentarse reacciones cutáneas como enrojecimiento de la piel. Su severidad depende del tipo de piel del paciente, del fraccionamiento,y de la dosis total de radiación de la zona.

Fuente: SEOR