¿Cómo afecta el estrés a la piel y el cabello?
Una de las reacciones más habituales ante los momentos de crisis es el estrés. Aquí entra la de Covid-19 y el confinamiento, pero también cualquier circunstancia laboral o personal excepcional. De hecho, según datos del INE, España es el país europeo que más estrés sufre por causas laborales, y un estudio avalado por SEAS (Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés) asegura que lo padecen 12 millones y medio de españoles. Sucede cuando no contamos con los recursos suficientes para hacerle frente y nos sentimos sobrecargados, algo que no solo acusa el organismo: también la piel y el cabello.
Le pregunto a la doctora Cristina García Millán, dermatóloga de la Academia Española de Dermatología y del grupo Pedro Jáen.
1. Cristina, ¿qué le ocurre a la piel cuando sufrimos ansiedad o estrés?
“El estrés provoca desequilibrios en nuestro sistema neuroendocrino, desencadena cascadas inflamatorias y la liberación de especies reactivas de oxígeno. Los dermatólogos vemos cómo empeoran muchas enfermedades de la piel que se ven directamente afectadas por el estado emocional del individuo: en la crisis del coronavirus (y en tantas otras) estamos observando brotes de dermatitis atópica, psoriasis y acné. También achacamos este repunte en los brotes a que las tres enfermedades se ven privadas ahora de aire libre y sol en pequeñas cantidades, lo cual las alimenta. A largo plazo, el estrés mantenido hace que nuestra piel se vea mas apagada y aumente la actividad de las metaloproteinasas, que son unas enzimas que degradan el colágeno, apareciendo mas flacidez y arrugas. Igualmente nos invita a forzar determinados gestos, lo que a la larga marcaría las arrugas de expresión sin darnos cuenta”.
2. ¿Y qué le ocurre al cabello cuando hay estrés?
“El cabello se ve afectado de una forma muy evidente, pues el estrés causa el llamado efluvio telógeno, que sucede cuando la raíz del folículo piloso interrumpe su ciclo de crecimiento. En función de la situación estresante, la caída será mas o menos evidente. Generalmente en mujeres, que tenemos el pelo mas largo se nota más, sobre todo si el cabello es de color oscuro. Afortunadamente, una vez que se supera la crisis emocional, el pelo vuelve a crecer con normalidad”, cuenta la dra. García Millán.
3. En una situación de confinamiento, como la de Covid-19, ¿qué gestos cotidianos podemos hacer para contrarrestar el estrés?
“Es fundamental recibir la vitamina D necesaria a través del sol en su dosis justa; aconsejo exponer parte del cuerpo (es preferible que no sea la cara, para no exponernos más a manchas y arrugas) unos 15 minutos diarios al sol que entre por la ventana para ayudar a la síntesis de vitamina D, que ya sabemos que además de ser relevante para el sistema musculoesqueletico y dentadura, lo es para el sistema inmune. Además, el sol mejora el estado de ánimo. Igualmente recomiendo practicar algo de ejercicio, actualmente las redes sociales y diferentes apps ofrecen programas para todos los públicos; en cuanto a la dieta, el momento puede hacernos ingerir alimentos dulces o con grasa, algo que debemos evitar. Aconsejo seguir la “dieta de los colores” añadiendo frutos secos y lácteos, así como alimentos ricos en calcio y vitamina D (brócoli, espinacas, soja, pescado azul). Tampoco debemos olvidarnos de consumir plátanos, aguacate, fresas o kiwi, con alto contenido en vitaminas y minerales”, añade la dermatóloga.
4. Aconséjanos una rutina cosmética para el estrés…
No debemos perder las rutinas de limpieza facial e hidratación para preservar la salud de nuestra barrera cutánea. Es fundamental mantener los antioxidantes de día y los activos antiaging de noche; incluso podemos aprovechar para realizar tratamiento con retinol o alfahidroxiácidos de forma mas intensiva (en concentraciones mayores y con más frecuencia de aplicación) dado que no vamos a salir a la calle. Y probablemente estemos más expuestos a la luz azul de las pantallas del móvil y el ordenador, lo que se ha demostrado que empeora las manchas, ¿debemos utilizar fotoprotección? Mi consejo es añadir este gesto si seguimos una rutina despigmentante para melasma, si tenemos predisposición a las manchas o si pasamos muchas horas frente a los dispositivos electrónicos.
5. ¿Y otra para una melena fuerte en situaciones igualmente de estrés?
En el cabello hemos visto que los complementos nutricionales ricos en vitaminas pueden mejorar su aspecto cosmético: lo mismo ocurre con los champús y lociones. La buena noticia es que una vez que cesa el periodo estresante que posiblemente ha ocasionado la aceleración de la caída, el pelo crecerá de nuevo con normalidad, si no existen otras patologías asociadas (alopecia androgenética, problemas de tiroides, etc.).